domingo, 19 de diciembre de 2010

Los niños índigo

Nuevos Seres de Luz están poblando la Tierra con un alto
potencial
intelectual y una nueva conciencia interna. Estos niños vienen
con la misión de romper los antiguos esquemas sociales que atan
a la humanidad para lograr mediante la transformación de la
humanidad
abolir la infelicidad en la Tierra.
Desgraciadamente, este tema aunque no es nuevo, permanece
todavía
oculto ante los ojos de la generalidad de la gente. Nosotros
creemos
que es necesario conocer la esencia de estos niños, para estar

a la altura de las circunstancias y no obstaculizar su proceso

de evolución
y el cumplimiento de su misión. Como padres, guías y maestros,

podemos colaborar en esta bellísima labor.

Al tratar con niños de una nueva conciencia, los adultos nos
veremos obligados a cambiar los antiguos patrones
educacionales para
darles a nuestros niños la libertad de expresión y de
acción que mueve su alma, su esencia y su corazón.

Nuevos Niños, Nuevos Hombres

Una nueva raza humana, más sensible y democrática, menos
autoritaria y manipuladora, ya comienza a poblar el Planeta.
Se trata
de seres especiales aunque tan terrenales como sus padres.
Solo que,
a diferencia de estos, traen consigo la tarea de propulsar
cambios en
la humanidad.
Bautizados como Niños Indigo, estos muchachos tienen la
capacidad
de ver mas allá de los espectros de la Luz, escuchar todo tipo

de sonidos, incluso su propio fluido sanguíneo, y denotan una

destacada hipersensibilidad táctil. "Los Niños índigo,
como su nombre lo sugiere, no son Niños azules, sino que se
les
denomina así porque su aura, o campo energético, tiende
a reflejarse dentro de los colores añiles, azules,
manifestando
la utilización de centros energéticos superiores",
asegura Maria Dolores Paoli, especialista en
Psicoespiritualidad.
Es por esto que se les adjudican grandes dosis de intuición,
que se demuestra en el desarrollo de la telepatía, cualidades
para predecir el futuro, y hasta reconocer la presencia de
seres etéreos
como hadas y duendes a su alrededor. Además, algunos menores
llegan al mundo con el don de la sanación.

Pero, por qué vienen al planeta Tierra?

La Psicoespiritualidad es un concepto relativamente nuevo,
que se refiere
a la psicología transpersonal, donde se unen el conocimiento
del Ego con el conocimiento del alma. Y según Paoli, la
llegada
de estos "nuevos hombres" no es casualidad, sino que tienen
una tarea muy específica por delante. "Porque son puentes
entre la tercera y cuarta dimensión, y el verdadero cambio lo
activan en la familia, en el hogar", señala.
A juicio de la especialista, estos niños llegan al planeta
con
la misión de aumentar la rata vibratoria, y poseen mejores
condiciones
biológicas para manejar las impurezas creadas por el hombre,
incluso un potencial de cambio en su ADN.
"Científicamente ya tenemos confirmación del cambio
que aportan estos chicos, manifestándose en la activación
de 4 códigos más en el ADN. Lo normal en los humanos es
tener 4 núcleos que, combinados en sets de 3, producen 64
patrones
diferentes, llamados códigos. Los humanos tenemos 20 de esos
códigos activados que proporcionan toda la información
genética. Exceptuando 3 códigos, que son los códigos
de arrancar y parar como si fuese una computadora", añade
la especialista venezolana.
Hasta ahora la ciencia ha considerado a estos códigos
desactivados
con programas remotos que hoy en día no necesitamos. Pero
aparentemente
los niños índigos nacen con un potencial de activación
de cuatro códigos más, que se denota en un claro
fortalecimiento
del sistema inmunológico.
Esto ha quedado demostrado en estudios realizados en la
Universidad
de California (UCLA). Algunos de estos experimentos han
consistido en
mezclar células de niños índigos con dosis letales
de virus de Sida y con células cancerosas, que no tuvieron
efecto
alguno en las células de los infantes. "La conclusión
es que estos pequeños vienen con un sistema inmunológico
fortalecido, manifestando inmunidad a las enfermedades".
Para la especialista, los Niños Indigo (termino reconocido a
nivel internacional) nacen en cualquier clase socioeconómica
y se caracterizan, básicamente, por poseer un nuevo estado de
conciencia.
Sin embargo, destaca Paoli, ciertos rasgos físicos distinguen

a los niños azulados del nuevo mundo: "Son más delgados,

tienen ojos grandes, ligeramente abultado el lóbulo frontal,
por lo general zurdos o ambidiestros. Comen poco, e incluso,
algunos
son vegetarianos por no soportar la carne", añade.
Y es que, según estima Paoli, en 1999 esta nueva raza ya
abarcaba
el 80% de la población infantil mundial, por lo general en
querubines
menores de diez años de edad.
De acuerdo a Paoli, la crianza y los valores que se
transmitan a los
niños de la actualidad, requiere de parte de padres y
especialistas
una revisión. Y para ello hay que tomar en cuenta, ante todo,
que las criaturas de la Nueva Era no aceptan la imposición ni
la autoridad, rechazan la manipulación, la inautenticidad y la

deshonestidad. Tampoco aceptan los viejos trucos de la

disciplina basados
en crear temor y culpa.
"A estos pequeños seres les gusta ser tratados y honrados
como individuos" apunta Paoli en su Material de Apoyo para la
Educación
de los Niños del Futuro. Por ello la especialista considera
que
la crianza emocional debe basarse en la visibilidad y
transparencia.

"A los los niños índigo no se les debe avergonzar

ni culparlos, mentirles ni gritarles. Por el contrario, hay
que preservarles
la autoestima. Se les debe brindar la posibilidad de elegir y,
al mismo
tiempo, evitar la comparación. Deben recibir disciplina sin
emoción",
agrega la psicóloga.
Otras características importantes para la crianza emocional
de los infantes es estimular su excelencia, mas no la
competencia entre
individuos. Y, además, involucrar el buen humor. Según
Paoli, existen palabras claves durante el proceso de enseñanza

de los pequeñines, de acuerdo a su edad biológica, basados

en las Siete Leyes Espirituales para los Padres. Por ejemplo:
Hasta el primer año de vida: los vocablos esenciales son
amor,
afecto y atención. "A los bebes hay que tocarlos, abrazarlos,
proveerles mucha seguridad y, además, jugar con ellos",
explica.
Entre el primer y segundo año: Hay que resaltar los términos
libertad, respeto y estimulo. "Durante esta etapa se prueba el

desapego a los padres. No hay que condicionarlos a travás del

temor. Hay que evitar que el niño conecte el dolor como
sinónimo
de malo, de debilidad. Si así fuese no habría espacio
para el crecimiento espiritual", afirma Paoli.
Entre los 2 y 5 años: Merecimiento, explorar y aprobar, son
las palabras claves, época de transición entre el Yo Soy
y el Yo puedo. "Si le reprimimos el sentirse poderoso no se
lograra
que sea un adulto capaz de enfrentar cualquier reto", enfatiza

la especialista.

Entre los 5 y 8 años: el niño ya asimila conceptos más
abstractos. Por ello hay que manejar los términos dar,
compartir,
aceptación, verdad y no juzgar. "A ellos les encanta compartir

cuando sienten amor. Si se les enseña que para dar tienen que

perder algo, entonces no aprenden el verdadero significado de
dar. En
cuanto a la verdad, deben aprender que va acompañada de un
sentimiento
agradable y no como antesala a un problema, en caso de
ocultarla".
Entre los 8 y 12 años: El niño ahora convertido adolescente,
requiere que los padres manejen términos como la experiencia,
la responsabilidad y el estar alerta. "Los que aprendieron las

lecciones de la crianza espiritual, entonces reflejarán la

confianza
de sus padres. De lo contrario, se encontrara confuso, cederá
a las presiones amistosas y buscará experiencias
indiscriminadas".
De acuerdo a Paoli, los colegios y demás centros educativos,
deben estar atentos para reconocer la presencia de niños
índigos
dentro de los salones escolares. A su juicio, estos
particulares alumnos
no funcionan con los métodos de enseñanza tradicionales.
Por el contrario, "aprenden de forma reflexiva y
participativa,
mas no mediante la memorización. Por ello no extraña que
a muchos de estos pequeñines se les califique como niños
problemas, ya que se dispersan con gran facilidad durante las
clases".

La Misión de un Niño Indigo

Los niños índigo son sanadores por excelencia, ellos
tienen la capacidad de drenar, equilibrar y elevar la energía
de quién lo rodea. La frecuencia vibratoria de estos niños,
permite sanar utilizando solamente su energía. Al principio
ellos
"no saben" que pueden hacerlo, pero o tienen en conciencia,
actúan instintivamente en ello, pudiera ser que tu menciones
frente a un niño índigo de dos años de edad que
te duele la cabeza, entonces el instintivamente te dice "¿te
duele aquí?", dirige su manita a tu cabeza… y en unos
segundos tu dolor desaparece. Esta faceta de sanación es una
característica sobresaliente en los niños índigo,
ya que todos son sanadores, sin excepción.
Un niño índigo viene a elevar la energía del planeta
y de sus habitantes, son quienes ayudarán a trascender de
nuestra
tercera dimensión a la cuarta, para ello tienen que trabajar
en el cambio de conciencia de los seres humanos que siguen
actuando
bajo normas, preceptos y estructuras ya caducas. Esto implica
realizar
cambios en todo el sistema, en la familia, la educación, las
formas de gobierno, los valores, los roles, etc. Todo lo que
por caduco
estorba tanto para el desarrollo del ser humano, como para el
planeta
entero.
Esta filosofía o misión puede sonar bonito y hasta poético,
pero no es una tarea fácil ni para los niños ni para los
padres, que continuamente se verán sometidos al enfrentamiento

de su propia realidad, desarrollándose una enorme confusión,

sobre todo en la educación de los niños, ya que pocos
estarán preparados para esto, solamente los padres de un niño
índigo que tengan una conciencia diferente, un cierto grado de

evolución, podrán hacerlo bien, ya que podrán comprender

al niño, su misión y le ayudarán a llevarla a cabo
sin obstaculizar.

¿Es su hijo un Niño Indigo?

Para descubrirlo, hágase estas preguntas:
1. ¿Vino su hijo al mundo con un sentido de realeza y actúa
como tal?
2. ¿Tiene un sentimiento de merecer estar aquí y ahora?
3. ¿Tiene un evidente sentido de identidad?
4. ¿Tiene dificultades con la disciplina y la autoridad?
5. ¿Se rehúsa a hacer ciertas cosas que se le ordenan?
6. ¿Es para su hijo una tortura esperar haciendo colas?
7. ¿Se siente frustrado hacia sistemas estructurados y
rutinarios
que requieren poca creatividad?
8. ¿Encuentra mejores maneras de hacer las cosas que las que
les sugieren en la casa o la escuela?
9. ¿Es su hijo un inconformista?
10. ¿Se rehúsa a responder a la manipulación o
el manejo mediante el uso de la culpa?
11. ¿Se aburre fácilmente con las tareas que se le asignan?
12. ¿Tiene síntomas de Desorden de Atención o hiperactividad?
13. ¿Muestra capacidad intuitiva?
14. ¿Es particularmente creativo?
15. ¿Demuestra empatía o preocupación por los demás?
16. ¿Desarrollo pensamiento abstracto a muy temprana edad?
17. ¿Es muy inteligente y/o dotado?
18. ¿Ha descubierto su hijo la disposición a soñar
despierto?
19. ¿Tiene su hijo una mirada profunda y sabia?
20. ¿Manifiesta pensamientos o conceptos espirituales con
naturalidad?

Si Usted ha respondido afirmativamente a por lo menos 10 de

estas preguntas,
el o ella probablemente sea un Indigo. Si son más de 15
respuestas
positivas, casi definitivamente lo es.

No hay comentarios:

Publicar un comentario